domingo, octubre 16

[+] arquitectura para la capital

Bogotá es una ciudad bonita. Caótica pero hermosa. Sin embargo y con mi humilde percepción creo que los arquitectos están faltos de ideas. Estos profesionales que deben hacer de los espacios lugares que sean homenajes a la estética, la usabilidad y la economía no muestran nada más allá de lo evidente. Incluso, las obras públicas son más de lo mismo. Para la muestra un botón: se gastaron muchos millones en la remodelación de El Estadio El Campín y no es más que un estadio. Y ya. Bueno, hay que abonar que fueron muy creativos y escribieron IDRD con las sillas. Con todo ese gasto de dinero y con más de 35 mil  sillas, no hubiéramos podido hacer gala de algún tipo de creatividad cromática o geométrica.

La ciudad está en un auge eterno en la construcción. Pero nos repetimos. Hay veces se usan nuevos materiales y nuevas formas, pero ninguna de ellas que descreste al ciudadano de a pie, ni al experto. Por el contrario, cada vez el ladrillo, de DryWall y uno que otro vidrio intentan hacer algo novedoso, pero al finalizar la obra, quedamos igual.

miércoles, julio 6

¿Y si el problema somos nosotros?

Imagine a Bogotá sin sus habitantes. Una maravilla, ¿no? Nuestra ciudad es hermosa. Todos sus puntos cardinales brillan por sus particularidades. Lo que hace invivible nuestra ciudad somos nosotros y eso incluye a quienes elegimos para organizarla y gobernarla.

Dejando de lado los problemas estructurales y administrativos, los trancones, el caótico servicio público, los tumultos en Transmilenio y otros tantos problemas de la ciudad nacen de la ausente cultura ciudadana de todos nosotros. La ley del más vivo nos gobierna. Nos colamos en las filas para girar en la intersección, botamos el papel, entramos primero al bus y luego peleamos porque nos empujan aquellos que quieren salir. Ofrecemos dinero al policía de tránsito que nos pone la multa y en genera olvidamos que vivimos con otros 8 millones de personas.

En esta época preelectoral debemos pensar muy bien la ciudad que queremos, pero más aún, debemos seguir haciendo una real reflexión, que nos lleve a la acción, sobre la forma como estamos siendo ciudadanos.

martes, julio 5

Bogotá [+] futuro

Miramos atrás, recordamos una historia mejor. Pero Bogotá, ¡tiene futuro!
Y entonces, varios quieren ser el próximo alcalde de nuestra capital. Con el caos actual, la pregunta es: ¿Por qué tantas ganas de ganar? No creo que sean las comisiones por los contratos, ya muchos ojos están encima y no será fácil hacerlo tan descaradamente como lo hizo Samuel, su hermano y su madre (la de él); acaso ¿será el prestigió del llamado segundo "puesto" del país? con la situación actual, este cargo no es puestazo si no todo un chicharrón. Y así podríamos buscar en la vanidad personal y política posibles razones para querer ser el burgomaestre de la Muy Noble y Muy Leal, sin llegar a la razón última.

Yo, esgrimiendo mi natural tendencia a la vista positiva. quiero pensar que ellos, los candidatos, al igual que millones de bogotanos y yo, queremos un cambio. Pero este cambio no puede ser cosmético, tiene que ser profundo. Hemos perdido cuatro años (Luis Eduardo Garzón no fue tan malo como yo quisiera que hubiera sido)  y por ello no podemos darnos el lujo de elegir a cualquiera. Por ahora escuchamos promesas, leemos algunos programas y nos vamos inclinando. Ojalá a partir del 1 de enero de 2012, tengamos muchas cosas que construir junto con el nuevo alcalde.

Por ahora les compartimos los enlaces de los candidatos que podrían ocupar dignamente el Palacio de Lievano. No van en ningún orden, ni de preferencia, ni de belleza, ni de estatura. Los que no aparecen es por que no los imaginamos dirigiendo este caos.

David Luna
Gina Parody
Jaime Castro (aún no hay página web)
Gustavo Petro
Carlos Galán
Antanas Mockus

Algunos dirán que en esta lista falta Enrique Peñalosa, el cual creemos un muy buen candidato, pero como el tiene maquinaria politiquera e incluso el apoyo de muchas manos (esperamos no negras...) pues no le regalamos el enlace.

Los invitamos a visitar: www.lahoja.co un nuevo proyecto de Bogotá [+] que DC - el blog de la ciudad.

lunes, mayo 16

[+] bolardos por el DC

Cuando a Enrique Peñalosa se le ocurrió poner bolardos por toda la ciudad no faltaron quienes se rasgaron las vestiduras. ¿Que cómo se le ocurría tal adefesio? sin embargo, pocos fueron los que reconocieron que aquellos troncos de concreto le devolvieron el anden al peatón y hasta protegían a los transeúntes de aquellas bestias al volante que perdían el control y en lugar de terminar contra la humanidad de una persona, destruían su carro contra el capitalino mobiliario. Se fue Peñalosa  y cada quien, según le convenía, empezó a destruir este patrimonio de la ciudad, ahora ya no hay bolardos y en cambio los carros volvieron a colonizar todo espacio disponible, el peatón perdió de nuevo su lugar, su seguridad y sus derechos.

Sí bien los bolardos pueden ser diseñados de mejor forma, su presencia se hace necesaria. Muchas de las grandes capitales los usan para dividir la calle de la acera, para invitar al peatón a usar las cebras y así no pasar por lugares que pueden poner en peligro su integridad. El bolardo es aquel elemento que hay veces necesitamos como señal para recordar cosas que deberían ser fuero del sentido común, en este caso, que los andenes son para las personas y que es allí donde el peatón debe transitar.

Coda: Esta entrada no es una invitación a votar por el papá de los bolardos, aunque en el fondo quiero que gane, eso si, que triunfe con bolardos al lado y no con el apoyo de petardos.