miércoles, junio 29

Originales DC

Nombres, nombres y más nombres. En especial nombres originales y que hacen alusión a cualquier recuerdo de nuestra infancia o de nuestra cultura son los que diariamente nos acompañan en nuestros andares capitalinos pero a los que simplemente no damos mucha importancia. En letreros, avisos, edificios, locales y hasta en los automóviles los bogotanos (o los que hacen parte de esta ciudad sin ser de acá) han logrado plasmar una Bogotá diversa y muy divertida:

La literatura hace su aparición en cada esquina. Sancho Panza ha ganado más terreno que su gran compañero el Quijote y ya tiene un parador, un “Sancho Express” y una parilla. Blanca nieves se separó de los siete enanitos para montar una cafetería y estos, a su vez, crearon una frutería. Ali Baba, por su parte, abandonó a los 40 ladrones y ahora se dedicó a su comedor express de comida árabe en la carrera séptima.
Los regionalismos también tienen su aparición en esta larga lista y cada colonia le pone un toque especial. “Sabores del Pacífico” y “El Rincón del Pacífico” se pelean la clientela con el “Café Nariño Sublime”, con el “Café Quindío”, con el “Parador Valluno” y, claro está, con toda la colonia paisa que ha sabido instalarse por toda la ciudad. Los nombres propios también tienen su repertorio en esta gran ciudad donde las Carolinas, los Andrés, los Felipes, los Mauricios, las Linas, los Eduardos, los Alexanders, las Rosarios, las Marías, las Paulas, las Pilares, etc. (y todas las combinaciones posibles entre ellos) tienen un lugar ya sea en los edificios, barrios y hasta en calcomanías de los carros. Y, evidentemente, no se podían dejar fuera de este recorrido dos grandes nombres que nos recuerdan una norma y un consejo que rigen en nuestra capital: las cafeterías “Pico y placa” y “Entregue las llaves”.
Así, Bogotá se llena día a día de ideas originales que, aunque no las notemos, hacen parte de la ciudad y le dan un toque auténtico.

sábado, junio 25

Puro cuento

Para nuestros lectores en el exterior está es la foto donde se muestra la "pedagogía de corral" de la cual hablamos hace unos días y que está siendo utilizada para “adiestrar” a los bogotanos en el uso de la cebra y del semáforo peatonal.

En la ciudad se hizo la palabra…

La imagen: Un grupo de personas, bastantes por cierto, sentadas en el prado que se encuentra frente a Maloka y a un costado de Salitre Plaza.

Ya había oído de los cuenteros que allí se hacen pero nunca me había tomado el tiempo para escucharlos. Los cuentos: para todos los gustos. El lugar: privilegiado. El prado forma un ágora al mejor estilo griego. Eso si, la voz del cuentero tiene que luchar contra los aviones que empiezan su proceso de despegue y contra aquellos conductores que creen que pitar es parte de la conducción normal. Carcajadas, murmullos y sonrisas. Este lugar, a parte de ser un espacio privilegiado para la narración oral, también parece ser un buen lugar de encuentro de niños-jóvenes (12-17 años) que con un anónimo escenario se toman un guarito o se fuman un cigarrillo (de todo tipo) sin el reproche de nadie al ritmo de las historias y los gestos de estos juglares urbanos. A la hora de cobrar, y con la advertencia que no reciben monedas de 50 ni de 100, la cosa parece que es buena, pues todo el mundo, pequeños y grandes se meten la mano al bolsillo para colaborar con la causa... Puro cuento es lo que se escucha es este lugar, puro cuento el que se puede encontrar el fin de semana en el parque Nacional y en el parque de Usaquén, buen plan para estas vacaciones. Y puro cuento el que parece haber en el Consejo de Bogotá que como extraño anda legislando para aquellos que tiene mas de seis ceros en sus cuentas de banco. Ojalá, llegue un hada madrina como la de los cuentos y con su varita mágica, convierta en "algo" a estos dirigentes nuestros. el blog de Bogotá

lunes, junio 20

Una luz que no se apaga

Nunca me había dado cuenta de que la vida capitalina nunca se acaba y la noche en la ciudad no es sinónimo de oscuridad. Cuando la noche se instala, el corazón de nuestra capital sigue latiendo, ya no con el trajín diario de sus habitantes ni con el ruido de los carros, sino que su vida, más calmada y tranquila, sigue encendida con los colores que de ella se desprenden. Rojo, amarillo, verde, azul, violeta, rosado, café.

La noche no es gris como muchos pueden pensar, la noche es colorida, tiene reflejos, tiene imágenes, tiene vida propia. La torre Colpatria, con sus líneas de colores cambiantes, es el símbolo de una Bogotá que no duerme y que no se apaga, y en el resto de la ciudad edificios, avisos publicitarios, semáforos, alumbrado público ayudan a conservar esa llama encendida. El cielo, ese tapete que una veces es más claro que otras y unas veces está más estrellado y no tan nublado, se ilumina también, varias veces al mes, con juegos artificiales que alegran y le dan protagonismo a las noches frías bogotanas. Las pocas actividades nocturnas pueden ser un pequeño ejemplo para disfrutar y ver con otros ojos la noche capitalina, una noche colorida y no tan triste ni apagada.

jueves, junio 16

Mirar [+] arriba

Un color está de moda para muchos bogotanos. El rojo se tomó los corazones y las pasiones. Después de muchos años un equipo bogotano está a un paso de llegar a la final del fútbol colombiano. Felicitaciones. Pero como mi corazón es azul hoy este color es el protagonista.

Por estos días el ambiente de nuestro DC está azul. Las mañanas de se llenan de cielos despegados y nubes caprichosas que aparecen y desaparecen. Ese cielo hermoso que deja pasar un sol que baña la ciudad. Un azul que cubre a todos y que está a disposición de cualquiera.

El día pasa, unas veces los ojos detectan un cambio de luz, el sol se oculta por minutos pero al rato brillantes rayos y azul son los compañeros de las alegrías y también las tristezas. Ya cuando la tarde está cayendo, a eso de las 6:40 y el día va dando paso a la noche el atardecer en un espectáculo donde el azul nos muestra cientos de matices. Son ocasos sin sol visible pero con sus efectos en gran pantalla para todos nosotros.

Afortunados los bogotanos que aún podemos disfrutar de este juego de color en nuestro cielo. Sin embargo, la felicidad puede no ser duradera. La contaminación sigue creciendo, La sobreoferta de transporte público, así como el aumento del parque automotor privado y la falta de compromiso de las industrias puede acabar con el azul para convertirnos en una ciudad promedio: gris, con nubes eternas y con un aire difícilmente respirable.

Y bueno...seguiremos con paciencia esperando el despertar de nuestro equipo azul. Por el momento me alegra que el Santa fe esté haciendo honor al escudo que lleva en las mangas de su camiseta. el blog de bogota

lunes, junio 13

Vivir [+] convivir mejor

Una señal luminosa con la imagen de un murciélago fue vista el viernes en todo el frente del Edificio Avianca en el centro de la ciudad. Me quedó la duda si se trataba de parte de la publicidad de la película Batman Inicia o es el último recurso de un ciudadano soñador que recurre al súper héroe para salvar la ciudad...

Sigo con la férrea convicción que una ciudad por muy grande que sea, tiene la posibilidad de ser un espacio humano. Por supuesto, se trata de una construcción donde lo administrativo (orden e infraestructura) se tienen que combinar con lo social (el ciudadano de base). Es fácil quejarse de la administración (y hay mucho por los cual renegar) pero también hay que ver lo malos ciudadanos que son muchos bogotanos, otros nos consideramos buenos, pero nos damos permisos para no serlo y de ese modo, uniendo estas actitudes, es que la ciudad se vuelve un lugar poco amable, desordenado y violento.

Bogotá es tan buen vividero a pesar de la caótica realidad, que me gustaría pensar que con un esfuerzo ciudadano podemos llegar a ser una ciudad más dada a todos, donde el compartir diario con el desconocido mantenga la constante alerta pero además una tranquilidad digna del lugar que nos da estudio, trabajo y en la cual nos abrimos paso por la vida.

Pregunta: ¿y el techo de esta casa? (Calle 39 entre séptima y trece)

Comentarios: ¿Y usted que aporta a la convivencia social? Espacio abierto para la modestia.

martes, junio 7

Corazón, acción y razón.


[aún es de noche en Bogotá]...Me gusta la gestión del alcalde Lucho Garzón. Observo con alegría su bajo perfil en los medios y sus respuestas concretas. Sus políticas son claras y los ciudadanos sabemos para donde va la ciudad. Creo que él es una clara opción para ser presidente dentro de algunos años. Y entonces...[suena la alarma]

...Me despierto un poco agitado, la última imagen de esta pesadilla fue cuando le imponían la banda presidencial a lucho sobre un bello saco beige (que nombre tan raro para un color) cuello tortuga. Voy al baño, me miro al espejo y mis ojeras, sumadas al sudor que cae de mi frente, me preocupan: ¡Yo apoyando a lucho garzón! ¡Estoy enfermo!

Lucho Garzón es un hombre bueno, pero la bondad necesita de muchos más ingredientes para convertirse en sinónimo de buen gobierno. La preparación académica nunca será reemplazada por la buena voluntad (se requiere de ambas en diferentes grados) Además, cuando una persona buena, como lo es lucho, se rodea de otros no tan buenos, más preparados y con otros intereses, los proyectos cambian, los logros se van por otros caminos y ni que decir de los dineros.

Una ciudad tan grande, con tan buen presupuesto y con tantos problemas requiere no sólo de una persona muy preparada en temas urbanos (gran carencia de lucho) sino también que su equipo sea consecuente con las ideas del líder. Lucho cuenta con muy buenos funcionarios pero otros rayan por su incompetencia y por su visión tan pequeña que convierten esta metrópoli es un pueblo tropical.( ¿O no es muy tropical colocar cintas de seguridad, tenidas por una puntica por una persona de misión Bogotá para "trancar",cual bestias, a los peatones para que no se pasen el semáforo?) Pilas Lucho está gobernando Bogotá, ¡Bogotá DC!

miércoles, junio 1

Imágenes mágicas

Hagamos un repaso de lo que el ojo vio, lo que el oído escuchó.

Ya no hay vendedores en la carrera séptima, ya se puede caminar, pero fueron reemplazados por cientos de policías [esmad] , ellos también estorban, una ciudad no necesita policía cada dos metros, necesita seguridad y convivencia.

Los miles de personas que viven del comercio informal fueron reubicados (temporalmente), otros fueron integrados al programa Misión Bogotá (temporalmente) y cuando el "temporalmente" se acabe ¿qué?. ¿Estas personas tendrán con qué alimentar sus familia? Esperemos que el Plan maestro de espacio público anunciado para el 3 de diciembre nos lo responda. El problema no es el anden, el problema es la gente, tanto la que quiere caminar tranquilamente por la ciudad, como la que busca una forma de sustento. ¿Soluciones integrales?, ¿soluciones sin indiferencia? seguimos esperando.

Por ahora disfrutemos del centro, un buen "septimazo" no nos sobra a ninguno, muchas cosas por ver, muchas cosas por apreciar y sobretodo muchas cosas por soñar en una ciudad hermosa, llena de nueva infraestructura pero aún plagada de injusticia.

Aún no amanece en el Palacio Lievano, ¡la noche está muy larga lucho, muy larga!