Diccionario [+] Bogotano. Versión 1.0

Al cumplirse un año de empezar este blog hemos descubierto que nuestro léxico se ha enriquecido con cada uno de los artículos. He aquí algunas de las palabras que más nos llamas la atención.
Agentes de transito: personajes mal pagos que cuadran su sueldo entre 6:00 a.m. y 9:00 a.m. y entre 4:00 p.m. - 7:00 p.m. - en otros horarios brillan por su ausencia -
Servicio público: sistema que carece casi totalmente del concepto de servicio. No hay autoridad que los ordene. Se multiplican más que los conejos.
Palacio Liévano: despacho donde en otro tiempo gobernaban los Alcaldes de Bogotá. En la actualidad se desconoce si allí labora alguien.
Canal local: empresa privada de comunicación que se carateriza por la alta calidad de sus informativos y lo novedoso de su formato, pero con tendencia a la baja por la inclusión de novelas y programas relleno.
Taxis: servicio de transporte en pequeñas loncheras amarillas que llevan de un lugar a otro a los bogotanos más o menos pudientes, a altas velocidades y con movimientos bruscos y sin derecho a la réplica.
Semáforo: elemento casi desconocido para el servicio público y las camionetas de escolta, ya sea del servicio oficial o del servicio traqueto (¿o es lo mismo?).

Y tú, ¿qué palabra nos propones? Las mejores serán publicadas en la versión 2.0

Teatro [+] Bogotá = vida

En unos días empieza el Festival Iberoamericano de Teatro. Danzas por aquí, obras por allá, montajes en idiomas desconocidos, teatro callejero de alta calidad y una ciudad de se convierte en todo un escenario. Un evento que nos llena de orgullo. Un evento que brinda colorido y alegría a estos fríos días de marzo.

La ciudad escenario, la ciudad que abre sus espacios para que artistas de todo el mundo representen la vida y lo bueno que hay en ella. Y todo esto en Bogotá, la ciudad que se acostumbro al pan y circo, la que también se llena de orgullo con programas como "Bogotá sin hambre", la que busca no ser indiferente y lo es en cada esquina. La ciudad donde el drama se representa en cada semáforo con cientos de familias pidiendo una ayuda; la metrópoli de la comedia en donde algunos habitantes nos hacen reír con sus ocurrencias; la ciudad del miedo, de esas calles oscuras que es mejor no transitar; la Bogotá del amor y del desamor. La capital de todos, en donde el papel principal lo realiza cada ciudadano, incluso aquellos que creen que son extras y no han valorado su actuar en este gran escenario. La ciudad donde se improvisa. La ciudad planeada. La urbe donde el libreto fue muy bien escrito, pero donde el director está como desorientado. Ciudad teatro, ciudad vida, ciudad para vivir.

Bienvenido el teatro a Bogotá, bienvenida la vida en obras, comedias y dramas. Días para seguir viviendo esta gran epopeya llamada Bogotá, capital de Colombia, Atenas suramericana, no por las ruinas representadas en las calles, sino por la cultura que se abre paso en cada rincón.

[+] obras [-] desorden

Fíjate bien dónde pisas, fíjate cuándo caminas, no vaya a ser que termines con una pierna quebrada o, en el peor de los casos, ¡en una alcantarilla!

La ciudad llena de huecos está. Construcciones y arreglos por doquier no dejan lugar para caminar y dejan todo a medio terminar.

Arena, piedras y más arena se cree es la mejor solución. O bien, tres señales de plástico con una cintica amarilla y ya, lavadas las manos de la responsabilidad.

Avenidas, calles, andenes. Con este invierno sale más caro el remedio que la enfermedad. Todo lleno de barro y lodo y los charcos que no sabemos dónde pisar!

¿Pereza de las empresas constructoras?
Como siempre los ciudadanos salimos perdiendo. Miremos a ver cómo hacemos para hacerlos cumplir y todos felices al fin!

[+] políticos [+] muertes

Política, políticos, candidatos, publicidad, promesas, listas, números…. ¡Uf! tal parece que nunca vamos a salir de esta parafernalia que quiere ser democracia. Pero bueno, ya falta menos de una semana para que esto acabe, para que las decisiones se tomen y para que las promesas se vayan por el piso, por la basura o por donde sea. Porque eso sí, los que cumplen son pocos o más bien ninguno.

Fiestas pro campaña, las mejores orquestas, la canasta de cerveza, la flor muy inclusive por aquello del día de la mujer. Mejor dicho, los políticos se hacen notar como sea, lo importante es ganar adeptos para su causa, después de elegidos, el pueblo se queda de las puertas del Congreso para afuera.

Por otro lado, la inseguridad en Bogotá aumenta. Civiles que ahora se visten de soldados para hacer requisas y cuando menos piensa… ¡roban de frente, con golpes incluidos! Parece que Bogotá está devolviéndose en el tiempo. La inseguridad aumenta con los días, la proliferación de muertes por porte de armas en los bares de Bogotá ya no son casos aislados, y las promesas continúan, y muchos sentados para no cansarse esperan con ansiedad lo que puede pasar. ¿Dónde están las autoridades? ¿y las promesas? Ya ni sé en que pensar, seguramente “citaron un consejo de seguridad” y "se tomarán medidas"...

Y mientran tanto, como lo escribimos hace unos meses, los postes, teléfonos públicos, puentes peatonales y cuanto mobiliario urbano existe está lleno de "caras felices", de propaganda política, afiches, promesas, sonrisas postizas. ¿Dónde está la ley?, ¿será que esos candidatos nos van a limpiar la ciudad después de las elecciones?

Fotografía: El tristemente célebre bar de la calle 51 con carrera 8 donde murió una joven a causa de una bala.

¡[+] agüita para mi gente!

Los cielos azules tardarán varios meses en volver. Nos llegó el “invierno”, ese que no trae nieve, pero sí un frío que llega hasta los huesos. Y que trae agua en todas sus formas: Lluvia gruesa, que pega al tocar el cuerpo; lluvia delgadita, que no moja pero si enfría; lluvia de lado, que ningún paraguas detiene. Lluvia sólida: ¡granizo! Para lanzarle al amigo, para hacer muñecos de “nieve” y que daña las maticas de la abuelita.

Esta es la época en que las botas de los pantalones permanecen sucias y “emparamadas”. Los zapatos empiezan a filtrar la humedad y las medias, de algunos, delatarán su falta de higiene. ¡Dios nos libre de los olores en el transmilenio a las horas pico! Mejor dicho agüita sí no nos va faltar por estos días.

¿Inundaciones? Ya casi vienen esas noticias, -Que la calle de mi barrio se inunda-, ¿qué dónde está el acueducto?, buena pregunta. ¿Pero por qué se tapan la alcantarillas? pues porque nosotros botamos todo lo que se nos ocurre a la calle. Y dónde va a parar eso, pues al sistema de recolección de aguas. Así que cada uno a lo suyo: la empresa a ser competente con sus funciones y nosotros, los ciudadanos, a cuidar con pequeños detalles nuestra ciudad.

Época de frío, oportunidad de vestirse con ese “saquito” de rayitas que hace tiempo no nos ponemos, tiempo de caminar abrazados protegidos por la sombrilla, época de ponerle corazón y calor a esta ciudad que aunque esté a 5 grados siempre está [+] caliente.

¿Cómo calentamos esta época?

espacios [+] subutilizados

Antiguo Cine Lux - Plaza de las nieves - Cra 8 con Calle 20

Hace algún tiempo, en uno de esos tantos viajes diarios que se hacen por la ciudad, un gran letrero blanco con letras azules llamó mi atención: "Oración fuerte al espíritu santo". Sin embargo, más que el letrero, lo importante es el lugar donde estaba exhibido. El coliseo cubierto "El Campín". Ya la "oración" no está allí, pero sí la "Misión Carismática Internacional" el fin de semana.

En esos días ni me fijé mucho en este hecho, pero hoy haciendo memoria me doy cuenta de que no es la primera vez que un lugar como estos es utilizado con otros fines para los que fueron creados. Por ejemplo, no faltan los arriendos de los teatros y salas de cine para charlas y conferencias; aunque creo que el caso más triste de todos es el de un antiguo teatro en el centro que cayó en quiebra y ahora, por falta de presupuesto, es una plaza de mercado y feria artesanal.

Por su parte, los cine clubes, que han crecido en número por toda la ciudad como pequeñas empresas independientes y a bajos costos, siguen siendo poco partrocinados y con poca audiencia (con contadas excepciones).

Ante esto, se ve una pequeña ironía: el mercado cultural en la ciudad sigue creciendo, eso no se puede negar. Exposiciones, teatro, cine, danza... pero ¿a costa de qué? los grandes se vuelven más grandes y los pequeños condenados a desaparecer.