A fines de agosto fue inaugurado solemnemente el funicular de Monserrate. Se ha dado término a una obra muy importante para Bogotá; la cúspide del grandioso cono de Monserrate ha quedado comunicada con la ciudad por un funicular de los más largos y atrevidos que existen. Mide una longitud de 800 metros y tiene una pendiente media de 80 por 100; en la mitad de la pendiente la vía tiene un túnel de 200 metros perforado en la pura roca.
El costo aproximado de la obra fue de medio millón de pesos; esta cantidad se repartió en acciones que fueron suscritas por respetables firmas de la capital.
Los técnicos suizos pusieron toda su ciencia al servicio de esta obra para darle toda la seguridad que exige este sistema de locomoción, pues nuestro público tiene muy desarrollado el instinto de conservación y desconfía de los tranvías que abandonan la horizonte para arrastrarse por una carrilera muy cercana a la perpendicular. Lo raro es que le cobren a uno por exponer la vida. Pero esta idea preconcebida irá pasando con los días y poco a poco nos iremos acostumbrando al funicular; llegarán días en que los niños lo tomen por un Carrousel, con subidas y bajadas, con túnel y con estaciones.
Hay dos carros de sesenta puestos que hacen el recorrido de la vía en ocho minutos; quedan, pues sin excusa los que lleguen atrasados a la misa del santuario. Con todo, el paso por el funicular no es obligado; los devotos que quieran hacer la peregrinación completa seguirá dando las ochenta vueltas y revueltas que tiene el sinuoso camino, hoy tan pedregoso e incómodo como en los tiempos coloniales, aunque es fama que un "Chevrolet" timoneado por Tontini hizo la ascensión del cerro en 1928, y que en el descenso no trajo pasajeros; lo que no se dijo fue cuántas ruedas de repuesto se emplearon, lo que también sería un dato interesante.
Pocas personas se quedarán en Bogotá sin hacer uso del funicular para ir a conocer el santuario del milagroso Señor de Monserrate.
La sola vista del hermoso panorama de la ciudad y de la sabana compensa ampliamente el reducido precio del tiquete.
Los turistas y viajeros que vengan a Bogotá tienen ya otro sitio favorito para visitar con todas las comodidades del caso.
"El Boletín de La Salle", al registrar complacido la terminación de esta importante obra en la capital de la República, felicita muy sinceramente a todos los que contribuyeron a su realización y muy particularmente al Reverendo Padre Ocampo, a quien cupo la honra de haber iniciado la construcción de este primer funicular de Colombia.
*Una nota publicada en 1929 en el Boletín del Instituto La Salle - Un tradicional colegio de la capital de la república
5 comentarios:
Cuando vamos???
¿Sabe alguien en dónde puedo encontrar fotos tomadas desde Monserrate en esos tiempos? He buscado antiguas panorámicas de la ciudad y sólo he podido encontrar imágenes desde el barrio Egipto. Saludos.
Me alegra que trabajen en este tipo de obras, pues no debemos dejat perder esta parte tan bonta y representativa de la ciudad. saludos.
Medio millón de pesos ? o dolaretes mas bien?
Bueno esta fue un gran obra, que lleno de orgullo a nuestra ciudad en los años 20's y 30's, y en cuanto a la pregunta de @anónimo, son pesos de 1929.
Un abrazo.
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