
En Bogotá la arquitectura es muy variada y tan sólo en pocas cuadras se puede pasar de un edificio alto y moderno (al mejor estilo del siglo XXI) a una casa de estilo suizo o inglés y en el centro de la ciudad a casas coloniales. Sin embargo, parece que este patrimonio no está interesando mucho a nuestra alcaldía y muchos menos a los curadores urbanos , pues si nos damos cuenta se están demoliendo estas casas para construir más edificios buscando así una mayor rentabilidad. Resulta que se dice que los impuestos de estos patrimonios arquitectónicos están demasiado altos y por eso es mejor demoler y volver a construir. Pero por otro lado, nos encontramos que edificios construidos hace no mas de 30 años (y sin ninguna característica especial) ubicados en sectores comerciales y modernos (un ejemplo es el edificio que queda al frente del colegio Gimnasio moderno sobre la carrera once) fueron declarados patrimonio cultural y arquitectónico lo que trae como consecuencia que estos propietarios sí pagan los impuestos más bajos y no los relativos al sector. Tal parece que en ni siquiera el patrimonio es respetado.