Zona de rumba frente a Plaza de las AméricasHace unos años adoquinaron una calle y una carrera de una zona de rumba de la ciudad, su forma le dio nombre e identidad: la T. Después, algunos exclusivos restaurantes se fueron tomando los alrededores de la quinta con 68 y ahora la llaman zona G, en un principio creímos que su nombre venía de “Guarguero o gaznate” pero no, viene de Gourmet. Tenemos zona M (Barrio la Macarena), zona U (Usaquen) Tal vez podemos tener la zona P, la cuadra picha en Kennedy, y nos quedan más de 20 letras para asignar.
Creemos que con la T y con G tenemos. Nuestros barrios tienen nombres bastante representativos y tradicionales que se deberían conservar haciendo un esfuerzo para que se vuelvan “marca” y así se identifiquen los servicios que ofrecen y sus características particulares.
Lo de las letras es hasta interesante, pero si empezamos a “abecedizar” toda la ciudad vamos a acabar con algo muy importante para una sociedad como lo es el patrimonio, la historia y la tradición. ¡Que vivan las letras! pero vivan juntas formando nombres. ¡Que vivan las letras! pero que la interrelación entre vocales y consonantes hagan sonar palabras que sigan dándole identidad a nuestra querida Bogotá.
Celebrando que volvimos a escribir será sacar los ahorros y darnos un “tetazo*” haber si la cerveza orgullosamente bogotana nos calma esta sed y nos ánima a escribir más seguido...
*Término que usa un amigo de este equipo para expresar el acto de ir a la zona T.







Bogotá se prepara para ser la capital del libro en 2007. Parece que más que pancartas, afiches y eventos a punta de “güisqui”, la ciudad quiere ser un espacio donde la cultura en forma de libros, papel y tinta se convierta en parte de su desarrollo. Y es que no se trata de construir mas bibliotecas públicas (que lo van a hacer), se trata de hacer de la lectura y la escritura toda una vivencia transversal en la vida de la ciudad, el decreto lo plantea, amarra los recursos y asigna responsables. Depende de nosotros, los ciudadanos, hacer que esta ley se cumpla y apoyar con nuestra participación estas iniciativas y así convertir a Bogotá en el espacio donde los párrafos, las ideas, las historias, las letras, puntos y comas sean el inicio de una nueva forma de ser ciudad.





La ciclovía ya llegó hace tiempo a su mayoría de edad (inició en 1974), ya no sólo se cierran unas calles para que las gente la ocupe, ahora es un espacio recreativo y cultural, la infraestructura es compleja: baños, exposiciones de fotos, zonas de atención de salud, talleres para las bicicletas, zonas de hidratación y cientos de personas al servicio del ciudadano. Los impuestos hechos servicio. Un ejemplo de una ciudad incluyente, una experiencia de servicio de calidad al ciudadano que deberían emular otras entidades del Distrito.


Otro de los ingredientes importantes para hacer de esta posesión la receta perfecta será la ausencia de unos y la participación de otros. ¿Qué viene Condolezza? No, ya no viene: el conflicto de Oriente Medio tiene que ser resuelto de inmediato. ¿Quiénes vienen? Eso aun no lo sabemos, sólo especulaciones. ¿Qué una de las delegaciones reservo todo un hotel de Bogotá? Cierto es, ¿Cuál hotel y para quién? Para Bush que puede aparecerse de sorpresa como cuando llegó a Irak. ¿O para el príncipe de Asturias que viene con su periodista, perdón, con su princesa Leticia? Amanecerá y veremos.











Fíjate bien dónde pisas, fíjate cuándo caminas, no vaya a ser que termines con una pierna quebrada o, en el peor de los casos, ¡en una alcantarilla!









